miércoles, 29 de agosto de 2018

EL PUENTE DEL PROCÉS

Publicado en El Diari de Tarragona en agosto/ 18

Ha habido una manifestación de vecinos al hilo del asunto, y como la Pta de la Asociación de vecinos de San salvador (El Vendrell, Tarragona) comenzase la intervención ante unos doscientos vecinos con un..."bueno, hablaremos en castellano, para que así nos entiendan todos", un personaje presente exclamó...¡no. no. en catalán, que estamos en Cataluña!, a lo que alguien le respondió...¡vd. se calla, que está en Tabarnia!, mientras el resto de los asistentes, a voz en grito, clamábamos...¡fuera,fuera!, y el personajete, abochornado, hacía mutis por el foro. Es su valentía habitual.
La realidad catalana, con los españoles adormecidos hasta ahora y dispuestos a no callar en lo sucesivo ante tanto atropello y pretendido latrocinio de nuestra querida Cataluña.


EL Puente del Procés


Qué difícil es ser ciclista en El Vendrell. Casi, casi tan doloroso como el ser ciego en Granada.

Pero nuestra afición es tan grande , que a pesar de no disponer aún de un carril bici anexo al paseo marítimo, algo ya resuelto en ayuntamientos más sensibles o ambiciosos ( visítese por ej., Roquetas de Mar en Almeria), hemos conseguido, como los manteros, el que la policía local ante los hechos consumados, sepa mirar hacia otro lado. La simplona y bastarda forma de resolver los problemas cuando no se tiene otra más inteligente o contundente de resolverlos; dejando al albur, el que cada quién se busque la vida lo mejor que sepa o pueda, a pesar de haber pagado, como buenos y exprimidos ciudadanos, todos los impuestos del mundo para que nos protegieran la vida un poco más, sin tanto menosprecio presente.
Pero aún sin carril, el placer de sentir la matutina brisa marina en el alma, provoca que la necesidad del pedaleo quede siempre por encima de la eterna preocupación por atropellar o ser atropellado, y si además le añadimos a la singladura diaria el anexo regusto del contaje decreciente de las contaminantes esteladas, aupadas y ensoberbecidas ellas ,hasta hace poco en los balcones del fet diferencial y del odio de  nuestro recorrido, ya el deporte acaba siendo como la famosa Quina Santa Catalina…” medicina y golosina”. Por otra parte, como los ciclistas solemos mirar más hacía el cielo o al frente, ahora, la contaminación amarilla del suelo y de la locura, ni la vemos. Simplemente nos resbala.
Pues bien, los ciclistas y caminantes en general, últimamente estábamos ilusionados, comprobando como en una de las zonas más degradadas de nuestra costa, a tiro de piedra de la vista de Casals, en la Riera de La Bisbal, se construía un puente que nos evitaría el riesgo de tener que salir a la peligrosísima carretera próxima para seguir hasta Calafell.
Su construcción, casi nació pareja al paroxismo de la otra “Cosa simbólica”, que diría el Mas (el personaje de triste recuerdo cuya alta ambición le ha llevado a ser Menos) .Verlo construir nos ha tenido ilusionados un tiempo, casi tanto como el mismísimo Procés a sus adictos.
Y, ahora, acabado hace meses y cerrado, pena de puente, ha quedado como una gran metáfora, como el mismísimo Procés, en agua de borrajas, hablándonos cada día acerca de las consecuencias lamentables que acarrea el poner la carreta delante de los bueyes.
Y, acabo. Dice  el enorme cartel que cierra y prohíbe su entrada: Paratge Les Madrigueres
                                                                     
 Dirección general de la Sostenibilidad de la costa y del mar
Zona en Procés de RENATURALITZACIÓ
  Es, en resumen, lo que nos dicen está ocurriendo con ella, como vislumbramos que, afortunadamente, pasa con la Generalitat y sus locuras. Ay, con las caprichosas simetrías y las cosas incompletas, en suma…con los coitus interruptus y con los asuntos del querer y no poder, que sólo acaban generando ansiedad, frustración y eterna insatisfacción; cuando por no ser feliz con lo que se tiene, se anda pensando y ansiando siempre, neuróticamente, con la felicidad  que pudiera pensarse puede vivir en el piso de arriba, aunque nosotros la presumamos, más bien, en la vida muelle del chorlitejo patinegro, mucho más amparado por el edil Mercadé que todos  los vecinos de San Salvador juntos. Políticos!!!
L. Aranda González
De la Sociedad española de médicos escritores