Lo aventurábamos, de no ser por un suceso extraordinario, el sucio y descuidado destino de nuestra vecina Riera, sólo podría salir de sus vergüenzas y su triste destino mediante un pequeño milagro, algo así como un redentor hecho electoral, por ejemplo. Sí, porque no conocemos ninguna Santa tan milagrera como Sor Elecciones, ante la que poder postrarse de hinojos en demanda de lo imposible.
Pues bien, estábamos todos los vecinos invocándola un año más, cuando tal vez por su proximidad, con honda sorpresa y más profunda alegría, hemos podido contemplar asombrados por Facebook al Sr. Kenneth, como primer Edil del Vendrell, vistiendo con relamido atuendo y como un auténtico hombre de la jet política, de los del auténtico fet diferencial, nos acaba de comunicar urbi et urbi el anteproyecto de su mejora y reconversión tanto en un civilizado espacio más acorde con la sensibilidad de su ilustre vecino Pau Casals, como con la dignidad de toda la Costa del entorno y, por ende, de todos nosotros, los sufridos vecinos.
Han sido demasiados años los de vergüenza y de ocultación a nuestros amigos y visitantes del espacio próximo, más africano que Dorado, y tan lleno de tanta suciedad como descuido, e incluso lleno de peligrosos y obstructivos coches en su cono final de deyección.
Pero en fin, de sobra es sabido que no hay mal que cien años dure ni…gobierno que perdure, dicho sea de paso. Hora era en que uno de los más sostenibles y ecologistas regalos que el Ayto. de El Vendrell había hecho a sus vecinos, la vía verde hacia sus playas, no se quedara en el remedo de coitus interruptus presente y pasado, si se me permite la expresión,que ha venido medianamente satisfaciendo a sus miles de usuarios. Cuidado paseo en sus albores, pero sin apenas cuidados posteriores, con un firme descarnado y arenoso, peligrosamente ciclable en tramos hasta llegar a las vías del tren, donde comienza su aún mayor degradación e inexistencia…y, a unos cientos de metros de la playa. Un incompleto placer, en suma.
Por eso ahora, nos congratulamos con la idea de que por fin se piensa en hacer justicia a la zona, a la vez que brindamos a sus responsables el estudio de una posible idea añadida, valga la sugerencia. Idea que, simplemente, implicaría un servicio de alquiler de bicis al comienzo y final de dicha vía, junto al camping, y que a la vez que cubriría una posible necesidad social, sería hasta capaz de crear dos o tres puestos de trabajo autofinanciados con su aprovechamiento y uso.
Pues bien, después de tantos y tantos años de desafección por nuestro Ayto, el pasado agosto y, aprovechando el deseo de que Pau Casals, o su alma, debería de oír el concierto desde su casa, a guisa de póstumo homenaje, no dudaron en ofendernos una última vez, colocando los altavoces del antedicho festival a los pies de nuestras camas. Como lo cuento, mientras todos los vecinos, estupefactos, nos preguntábamos si el Consistorio estaba formado por personas empáticas o por marcianos.
En fin, y para terminar, escribo estas palabras, en este cuasi domingo veraniego de finales de octubre, en casa y a la vera de la antedicha riera, la que compré en su día a un precio más que razonable, tal vez por estar donde nadie quería, junto a un remedo de sabana africana, pero intuyendo que tenía toda la potencialidad que nos acaba de comunicar D. Kenneth, el señor alcalde, al que hasta es posible que sus queridos padres lo bautizaran sabiendo que en su gaélico origen, su nombre significa “ el bien asentado”, algo que no dudamos podría ser profético en las próximas elecciones, si de verdad cumpliera con la palabra dada. Por contra, aprenda en lo que le ha pasado a su jefe de filas, ese señor que dijo que no podría dormir de acostarse con tál o cuál personaje y, de cuyos nombres prefiero no tener ni que acordarme, y, ahora, por habernos engañado, somos millones de españoles los que tenemos que ser los mayores consumidores de hipnóticos de Europa. No haga, en suma, como él, no copie su mal ejemplo. Es lo que esperamos todos los vecinos de San Salvador, en general y los de la Riera en particular.
Luis Manuel Aranda
Vecino de San Salvado
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