domingo, 9 de febrero de 2014

Al Grupo Municipal Socialista



Al grupo municipal socialista

(Articulo que publiqué en el Diario del Altoaragón el 17-7-2.005, ejerciendo de ciudadano, que no de siervo. La zona de marcha, junto a mi consulta, me proporcionaba todos los lunes un entorno lleno de suciedad, cuando no cristales rotos, etc. Por ello, previamente escribí una carta al Alcalde, mofándome de todos ellos y de su ineptitud en general.). Ellos, me respondieron, rezumando rabia y odio por sus cuatro costados. Y, un servidor, ya veis, como acabó despachándose de la pandilla de indocumentados que siguen dirigiendo nuestra querida España. Permitidme que lo comparta con vosotros. Un abrazo

 

Jesús, Jesús, menos mal que tengo la tensión baja!.Vuelvo de unos días de vacaciones y me encuentro con las Cartas al Director del día nueve, en que ustedes, así, en manada, convertidos tanto en algo así como la guardia pretoriana de las esencias corporativas municipales o en el segundo cinturón de seguridad del Sr. Alcalde,y como en docta agrupación de críticos literarios, vierten todas sus iras contra mí, en una auténtica soflama, como si uno fuese tan importante, mientras me llenan de descalificaciones empequeñecedoras, intentando manifestar, aún más, su propia altura.

Vamos, que me han agravado aún más el Síndrome postvacacional , añadiéndome el Síndrome municipal depresivo. El que padecemos todos los ciudadanos que nos sentimos  no ya protegidos, sino menospreciados. Pero uno, como muchos de vdes., está acostumbrado a los alfilerazos de la vida y también conoce por profesión, que el colmo de un otorrino( vaya, ya salió otra vez, perdonen la publicidad), sería limitarse a ejercer de sordo social…a no enterarse de nada. Y, como me gustan los deportes, otro que practico entre tantos, es el de no guardar respetuoso silencio hacía las agresiones y los malos administradores de Huesca, la finca de todos nosotros, sus auténticos dueños.

Dicen que Cervantes, con su Quijote, necesitaba reírse de media España, para no echarse a llorar. Eso también nos pasa a muchos que amamos los libros, sobre otras muchas cosas, qué abusamos de la ironía y la usamos para sobrellevar las cosas, porque entre sus propiedades está la de saber que uno nunca debe de indignarse ante las agresiones mediocres e insulsas como la suya.

 Porque mi artículo del día siete, que tanto ha parecido ofenderles, solo contenía mucho Quixote, dos ironías, ninguna verdad absoluta, como dicen, y desde luego, nada de insultos.

Miren, Sócrates, Quevedo, Cervantes y Voltaire, entre otros muchos, fueron los grandes padres de la sana y curativa ironía: el tono burlón al hablar, el afilado lenguaje del humor. Y nos enseñaron mediante ella, a sobrellevar el aplastante peso del poder, aunque luego, organismos tan siniestros como la Inquisición y el más cercano tribunal del Orden Público intentaran extirpar todo atisbo de bromas con los poderosos, tan ajenos siempre a la autocrítica. Un poderoso de los de siempre, un altivo político, pero más valiente y más lúcido que todos Vdes., tiene dicho hace poco, como haciendo historia…”es que, si me analizo y llego a conocerme, me voy a deprimir”. Lo terrible, es que pudiera ser verdad ¿no les parece?.

¿Acaso no han caído en que los muñecos del guiñol de Canal Plus, esos de los diez años de éxito, no son más que eso, una auténtica válvula de escape del pueblo llano contra políticos más famosos y hasta de más cintura, capaces hasta de tolerarlos, sin prohibirlos, como parte del oficio y del sustancioso sueldo?.

Y sobre mi “carencia de dotes creativas de altura y mi trasnochado disfraz de pseudoliterato de trinchera”( son parte de sus sevicias=malos tratos, del diccionario, que no es insulto, tranquilos) ¡qué le vamos a hacer!. Yo ya sabía que tenían apuntado mi nombre en su agenda de venganzas pendientes, desde aquél rifirrafe que tuve con otro concejal, el famoso señor Malo( sí, sí…el de desgracia la suya, llamarse Malo y encima ser concejal ¿recuerdan el juego social qué dió?).

Pero siguen equivocándose, no están bien informados por lo que veo, y es que el primer premio del concurso literario Miguel Servet, convocado en junio y de carácter provincial, con dos  o tres periodistas en el jurado, lo otorgaron a un tal Luis Manuel Aranda y hace seis meses, la Sociedad Española de médicos escritores lo acogieron en su seno, y desde luego, no por trabajos en que arremetiera socarronamente contra algún mal concejal de su pueblo ni porque estuvieran Vdes. precisamente en el jurado. Sigan perdonando la publicidad a la que me obligan. Y, en cuánto a la otra publicidad, la de firmar siempre mis artículos como médico- orl., miren, si después de ser capaz de haber sido capaz de mantener mi clientela durante unos treinta años, casi ocho legislaturas, lo creen así, vuelven a manifestar su simpleza o su maldad. Sencillamente les traiciona el subconsciente y solo hacen más que manifestarnos su obsesión enfermiza por la publicidad.

¿Quieren que visitemos las hemerotecas de Huesca del último año, a ver quién  salir más en la foto al menor pretexto?.¡ Qué los médicos somos un desastre y no entendemos de marketing ni de comercialización de burras viejas, qué lo nuestro es otra cosa, y dependemos del boca a boca, créanselo, hombres!

Y con respecto a “Andalucía y a la pobre Medicina Española que tienen que soportar y sobrevivir a personajes como yo”, según Vdes., no se preocupen, que si han sido capaces de sobrevivir a tanto político malo, ¿se los enumero?, ya  no se mueren con nada.

Pido perdón por haberme metido en esta tierra de bellas montañas contra algún “político- escalador social con pioléee”, en concreto. Tema tabú, tomo nota.

Para terminar, su escrito- telegrama-libelo del día 10/9 les confieso que lo esperaba y por eso no ha quedado sorprendido ni desmoralizado. En el País Vasco, por ej. a alguien que hace bromas o se queja de la praxis del PENEENUVE ése o sus socios, le llaman inmediatamente y txakurra(traidor) y Vdes,, ya vemos, solo me han denominado ”pésimo andaluz y lo otro”. Cuestión de simple latitud, suerte la mía.

A Vdes. los políticos, eso que todo el mundo puede ser al menor descuido o despiste, solo les pedía en mi articulo un poco de mantenimiento del orden, porque lo otro, lo de lo lúdico y la felicidad, ya nos encargaremos todos de ir proporcionándolas como buenamente podamos.

No se sigan empeñando en hacer el avestruz y propiciar la “movida juvenil” de unos pocos contra el sagrado descanso y el respeto general  a los que nos quejamos, la inmensa mayoría silenciosa.

 

Luis Manuel Aranda

Médico- Otorrino

 

 

 


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